En lo más profundo del alma fluyen
sentimientos,
unas veces calmos, otras con
tormento voluptuoso
a través del círculo eterno de la
vida,
energía sin dirección, principio o
fin
pero que da cuerda a la locura,
la tristeza o la alegría.
Así en lo más profundo del ser, buscan
fluir en forma de musa
Amor, Miedo, Dolor, Ira, Razón,
Ternura, Deseo, Pasión y Melancolía
pero sea en el averno o en el
cielo no puede el sentimiento,
expresarse mejor que en poesía.
En tardes solitarias, en noches
melancólicas
o en mañanas evocadoras y enamoradas
busca ascender desde el abismo
del silencio
el sonido convertido en canción o
en palabra.
No logra nacer el testimonio,
muere en los labios
pues una lluvia de recuerdos invade
la mente
y al evocar sentimientos, se
silencia el ruido
porque arde en sacrificio exhalar
palabras.
Entonces con el alma desnuda y el
rostro bañado en lágrimas
o con una sonrisa en los labios pero
con el corazón en las manos
el verso abre el caudal de
sentimientos que el alma proclama
y en el papel más que frases y
palabras
se dibujan sentimientos que
transmutan en poesía.